domingo, 27 de octubre de 2013

OS QUIERO

Hoy hace justo una semana que nos dejaste, que dejaste un inmenso vacío en todas aquellas personas que de una forma u otra llenabas con tus aportaciones. Es difícil escribir en momentos así todo lo que pasa por tu corazón, o por tu cabeza, es difícil plasmar los sentimientos en simples y efímeras palabras que para nada albergan el clamor de unas almas que gritan feroces, anhelando un último beso o unas palabras de consuelo para unos familiares rotos por el dolor de una marcha.
Cuando una persona cercana se va, instintivamente comenzamos a recordar anécdotas que hemos tenido y vivido con esa persona, tendemos a llorar porque ya no se podrán repetir, en lugar de alegrarnos porque algún día se dieron. En un momento así, todo es negativo y aunque estas rodeado de la gente que te quiere y te apoya, sientes ese vacío interior que por mucho que intentes llenar, sigue clamando. Tienes la palmadita en la espalda de todos los que con buena intención te dicen que lo sienten, pero realmente es mentira, podrán sentir pena pero nunca lo que tu sientes, hasta el día en que les toque recibir la palmadita y esto no es ni bueno ni malo, es normal, a cada persona le duele lo suyo.
Esto es uno más de los tantos pasos que tendremos que dar en el camino de nuestra existencia, algo que no se puede evadir o intentar pasar a hurtadillas, es algo que tenemos que vivir cada uno de nosotros de una manera u otra, pero vivirlo. En unos meses, años o un tiempo no establecido por ningún canon, todos seguiremos viviendo, disfrutando de nuestras alegrías y volviendo a llorar nuestras penas, continuando un ciclo que acaba el día que morimos y que hasta entonces debemos ir siguiendo.

Siempre pensé que toda parte negativa, por muy oscura que parezca tiene algo positivo y aquí como en las demás la saco. Creo que tengo una familia digna de admiración en todos los sentidos, donde a pesar de los distintos puntos de vista de cada uno, hay un punto en común de todos. Me sorprende y satisface comprobar como a pesar de la gran magnitud de la familia, las peleas y discusiones apenas existen, como las palabras: padre, hermanos, tios, primos, hijos, nietos ... cobran sentido de una manera muy especial cuando hay cualquier problema, como la unión hace la fuerza y el cariño el puente de unión que justifica las acciones llevadas a cabo.
La verdad podría decir muchas cosas de mi familia pero creo que me faltaría espacio y me sobrarían palabras, por eso solo voy a decir gracias, por darme la oportunidad de disfrutar de cada uno de vosotros y por aportarme cosas tan distintas y enriquecedoras, gracias por ser mi familia y por ser como sois.
Tengo la certeza de que si miro a mi alrededor estaréis ahí, para reír en los buenos momentos y para llorar y consolarnos todos juntos en los malos. Esto, por desgracia no todos pueden decirlo y como soy consciente de ello; quiero decir: que me siento muy orgullosa de tener una FAMILIA.

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