sábado, 6 de diciembre de 2014

Las opresiones del corazón

Intentamos maquillar la lacra que destruye parejas y hunde autoestimas, bajo el seudónimo de preocupación y amor. Intentamos pintar en color un cuadro que tiene muchas gamas de tonos cada vez más oscuros.
Celos, admitidos por pocos, sufridos por muchos.Imaginaciones poderosas, capaces de inventar la necedad más estúpida con el propósito de justificar las malas pasadas que juega la mente de una persona insegura, con una autoestima deplorable. El celoso tiene muchos conflictos, empezando por no aceptar sus celos.Difícilmente solucionaremos aquello que no queremos ver.
Querer a una persona, no es adornarla con un lazo que oprime cada vez más, hasta cambiarle la forma que tenía al inicio, no es privarle de su libertad ni elegir por él/la aquello que es mejor o peor. Es confiar en el compañero/a, estableciendo unos límites en los que ambos se sientan cómodos, es tener la certeza de que mi pareja siente por mí la misma admiración que yo por ella y la suficiente para responder a cada ofrecimiento con " no quiero tengo novia/o, en lugar de no puedo tengo novia/o". Realmente podemos hacer lo que queramos, somos libres, y por mucha opresión o vigilancia que se ejerza sobre el prójimo, si alguien quiere ser infiel no lo puedes cambiar, lo será tarde o temprano.Por eso, cuando alguien cursa los sentimientos que dice tener, con la coherencia de sus acciones transmite seguridad y credibilidad.
No optes por un método de fuerza inútil, opta por uno racional, por ser tu mismo y dar lo mejor de ti a tu pareja, sin "tienes que..." o negaciones a todas las propuestas, sin barajar otra opción. Tú no eres quién para guiar la vida de nadie, ni para decidir en pros o contra de nada, preocúpate de tutelar tus acciones hacia vientos favorables y piensa que si alguien te es infiel, se engaña a si mismo y no te quiere, además de la falta de respeto como ser humano que te acontece, algo que nunca debes permitir de nadie, porque el principio básico por el que se rige la amistad, el cariño o el amor(tres etapas del ciclo), es no hacer daño a quien me importa. No pierdas el tiempo preguntándote lo que hiciste bien o mal, porque a ojos necios no hay explicación plausible.
 Si alguna vez lo haces o recibes cuestiónate tus sentimientos; porque pueden ser muchas cosas pero no amor.
No busques justificaciones ni excusas: ni el alcohol ni las "personas fáciles" lo son. La respuesta final está en un 50% y no es un dado que lanzas para obtener el sí o el no; es una respuesta que sale de ti y depende solo y exclusivamente de tu persona, de una decisión tomada en un momento determinado.No sufras por desdicha, alégrate porque alejaste a alguien que no te merecía y dejas espacio para alguien que valore lo que otro tuvo y decidió dejar marchar.
Nadie dijo que ningún sentimiento fuese eterno, ni siquiera el amor, por infinitos que sean los límites del corazón. Pero, puedes manejar los sentimientos, canalizarlos hacia los horizontes más ufanos para nosotros mismos. Por eso, cuando pierdas esa devoción hacia tu acompañante, no tengas el egoísmo de retener, da libertad, sal de la jaula y corta las cadenas que unen un sentimiento desgastado y a la deriva de una dupla abocada al fracaso.
No celes a los fantasmas inventados,tampoco inventes fantasmas para celar. Permanece con quien quieras compartir el tiempo que acordéis y libera de la prisión de tus brazos a un prisionero con ansias de libertad. No desconfíes.Lo que tenga que ser, será y por alguna razón ocurrirá, como cada acción que transcurre sin tu más mínima apreciación. Acepta que no puedes controlarlo todo, por eso cambia lo que dependa de ti y obstínate en aceptar lo que no puedes cambiar.Es el único camino para vivir felizmente.
Por último, piensa en lo que vales y sal a conseguir lo que mereces.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Relato de una "Don nadie"

¿Por qué vas al gimnasio, te arreglas, vas a la moda, quieres estar delgado/a, quieres todo lo nuevo que sale, maquillajes, ropas, zapatos...? ¿Por qué te gusta todo esto?
Mientras las respuestas a todo esto sean fruto de algo social no vamos por buen camino, firmado : Una don nadie. Firmo al principio, para empezar rompiendo normas.

Estamos obsesionados con los cánones de belleza, lo que marca la moda y una sociedad que ha perdido el norte por completo, que cuida un exterior; imagen ilusoria para todos los materialistas, que hoy día albergan un mundo donde es muy complicado apartar esa idea preconcebida, para dejar ver el verdadero ser que se esconde tras la apariencia ficticia de un cuerpo.
Somos seres sociales, pero eso no implica hacer siempre lo que la sociedad espera de mí, a veces, basta detenerse y mirar dentro, para ver que esperamos de nosotros mismos y guiarnos en consecuencia. Creerme capaz de guiar mis propios pasos, sin necesidad de mirar los moldes cada vez más repetidos, en un mundo diseñado para prototipos completamente diferenciados entre sí. Tomar mis decisiones, sin mirar al de al lado y que éstas, me hagan sentir bien conmigo mismo. Estar sano, para sentirme bien físicamente. Razonar, decidir, actuar y afrontar, con la certeza de la capacidad de que disponemos, esto nos hará fuertes mentalmente y ayudará a gestionar las frustraciones y los sentimientos de la mejor manera, haciendo de nosotros seres saludables psiquicamente.
Los cuerpos se marchitan; todo lo que un día te afanaste por mantener en el tono adecuado, hoy los años le arrebatan su tonicidad; entonces comprendes que olvidaste trabajar lo importante, aquello que permanece e incluso mejora con los años, la esencia que siempre te definió y nunca alcanzaste a valorar hace acto de presencia y te muestra tu desdicha al no entrenarla.

Hoy siento tristeza de este mundo creado a imagen y semejanza de los modelos televisivos, los famosos o las nuevas tendencias que marcan las grandes multinacionales. Estamos perdiendo la patria potestad de nuestra vida para darle los derechos de decisión a otros, para que decidan lo que se lleva y lo que prima. Cualquier elección deja de ser propia, para estar cuanto menos influenciada por el exterior. Si nos alejamos de la norma, tenemos capacidad para buscarnos a nosotros mismos, desarrollar nuestro verdadero "yo" y actuar en consonancia, nos mandan al psicólogo.

Tener inquietudes no está de moda, pero deberíamos proponerlo...

lunes, 6 de octubre de 2014

Especies en peligro de extinción

Cuantas noches albergué, buscando sin fe, esa mirada cómplice, de esos besos robados en el instante más oscuro, de la noche más fría del preciado invierno.
Cuantas noches busqué , los suspiros de un amor que transpire por los poros de la piel, aquello, que una boca no consigue promulgar, aquellas palabras atrapadas en el corazón más gélido jamás congelado.


Esos abrigos de cuerpos y esas mantas de pieles, unidas, desprendiendo el calor corporal de dos seres dispuestos a protegerse de cualquier desastre que "ose" irrumpir en el engranaje de dos piezas dispuestas para complementarse.

Los ojos llenos de lágrimas de la emoción de un sentimiento, que habla por sí solo. Los mismos que miran y observan los detalles más insignificantes a ojos vistos, pero los paisajes más bonitos, pintados a la estela de un cuadro de colores. Ojos que admiran, lo que otros ni imaginan.
Cuantas caricias se perdió mi cuerpo, al renunciar a la vanidad y simplicidad de los sentimientos infundados en los amantes pasajeros, los que aprecian un cuerpo, pero no un corazón, los que ven un físico, pero no un interior.
Cuanto amor guardado, en la coraza frágil de un corazón aventurado a vida de flores y corazones, a los cortejos respetuosos de las mujeres de bandera, a las que anteponen los sentimientos y el respeto a los placeres carnales.
Esperar lo que cada cual merece, no es entregarse a la búsqueda desesperada de encontrar con urgencia el primer tallado escultural, que refleja la sombra de lo que anhelamos, es esperar con paciencia y cordura, es asomarse a los expositores sin buscar y ser capaz de discernir sin dañar.

Una vez encontrado, es lanzarse al vacío sin reparo, aprendiendo a caminar de una mano, paralela, sin opresiones de amor ni amores oprimidos, sin condiciones, envidias o mentiras, haciendo de mis deseos el puente para unirlos a los de mi pareja y cumplirlos juntos, creando lazos que se afiancen con las tormentas más feroces, hasta conseguir que mis noches se llenen del clima que anhelaba en mis sueños.
Sí, soñadores, pero los cuerdos son los que dejan el mundo como está, los conformistas, los que hacen lo mismo esperando resultados distintos, aquellos que ven la lluvia caer a la distancia prudencial para no mojarse, los que huyen de los fangos. Mientras tanto, los soñadores cantan bajo la lluvia y saltan sobre los charcos, aunque la sociedad los vea como personas raras; son innovadores, son valientes, son distintos, pero sobre todo son especies en extinción dispuestas a cambiar el mundo.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Nada es eterno.

Los días de nostalgia y sensaciones, los días de sentimientos enfrentados y pasiones frustradas, esa brújula que gira sin parar hacía ningún lugar, esperando encontrar ese norte desorientado por momentos.
Yo, esa niña que nunca quiso crecer, pero a la que le tocó madurar, esa pequeña que perdía la noción del tiempo detrás de un balón, aquella, cuya única preocupación era no romper los pantalones para evitar las regañinas al llegar a casa y su única responsabilidad ir al colegio, para absorber todo cuanto aquellas personas implicadas en darme lecciones de libros quisiesen enseñarme, qué tiempos aquellos...
Crecí, inevitablemente, campanilla creció, aunque no quiso. Dejó de llamar la atención de los mayores cuando se caía para aprender a calmar su llanto cuando lloraba. Salió del nido, por segunda vez, y dejó la comodidad en la que estaba inmersa, para saber que la vida no es de color de rosa, pero tampoco una gama de grises y negros; para aprender que si una cosa es gris, tú no puedes modificar el color que tiene, pero sí, el color que le ves.
Hoy, esa niña en proceso de madurez, aprendió a crecer por dentro para que los resultados se viesen por fuera, se enamoró, para ver las dos caras de una moneda, pero no volvió a lanzarla al aire, esta vez, la puso en suelo firme, consecuente de que puede salir cruz pero siempre podemos volver a lanzarla, hasta obtener la cara que buscamos. Esa niña aprendió a no creer en los cuentos de hadas y a fraguarse esa realidad que según la mires puede ser mejor que los cuentos, aprendió que vida hay una y nosotros somos los protagonistas, que tenemos la opción de escribir nuestra historia o permitir que otros la maquillen a su antojo, aprendió que el tiempo vuela y hay que aprovecharlo, que se vive una vez, pero se puede morir mil veces, aprendió que el ser humano es muy complejo y ostentoso, pero lo realmente importante es ser el hombre sencillo que disfruta de las cosas que son gratis, puesto que, ese hombre vive la vida como un regalo, y por último, aprendió que somos lo que decidimos ser y volviendo a esa niña que fui y a la persona en formación que soy, yo decido ser feliz.
No se puede detener el tiempo o cambiar la dirección de las manijas del reloj, pero puedo dar sentido a cada hora, minuto o segundo que transcurre, haciendo de ellos, momentos llenos de instantes únicos e irrepetibles.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Verdades

"Sinceridad", que ardua tarea humana, cuánto esfuerzo para llevar con coherencia palabras y acciones de la mano. 
Cuando la trifulca se estable, en una bifurcación entre lo correcto y lo que siento o necesito, aparecen las carencias de armonía entre palabras vanas y acciones vacías. 
No hay peor demonio que aquel que corroe un corazón puro, impoluto de flaquezas o momentos de duda. No hay peor conciencia que aquella manchada por unos labios que dejan escapar algo irreal, algo que no es más que una bomba de destrucción de un mundo cada vez más inmoral y corrupto.
Sinceridad, que bonita palabra, para ser realzada con las acciones más nobles y la honestidad más fehaciente.


Ninguna verdad te exime de la responsabilidad para con la persona implicada, no es justificable una declaración de franqueza en detrimento de las consecuencias derivadas por la misma.
La verdad solo tiene un camino, transitable de muchas formas, facilitando la vereda de los implicados o con la rudeza de un gélido corazón. Haz lo que desees recibir en un futuro y serás capitán de un barco dirigido por velas favorables.
Una mentira nunca alcanzó las cumbres coronadas por grandes verdades, no esperes que venzan adversidades, las que no pueden luchar contra la inmensidad de un universo evidente.


lunes, 30 de junio de 2014

Dos mundos paralelos, no equidistantes

Mensajera del tiempo y al antojo de las manijas de un reloj que impulsa las horas muertas, que el sufragio de un barco a la deriva ostenta navegar.
No espero aquello que no depende de mí, no me obstino en el dinero, que mueve los capitales de los ricos y los anhelos de los pobres, la lacra que destruye la sociedad de personas movidas por avaricias tentadoras.
 Elijo la pobreza de capital y la riqueza de sonrisas, elijo el amor sincero y no el que compra un dinero que mancha burdeles de una noche.
Prefiero la tímida sonrisa del pobre, tras unos labios que esconden la lucha de cada día; a la ironía del rico, oculta tras el abuso de cada hombre sencillo, que vive a débito una vida de penitencia a cargo del rico.
Que el sudor de mi frente y mis manos manchadas sean las que sustituyan a los trajes caros y las camisas pulcras. Que sea yo y mi esencia, la que atraiga personas y no el dinero, serán menos numerosas, pero más sinceras.
El dinero será un medio para ayudar a las personas pero nunca más que ninguna de ellas. Pagará tratamientos, pero no salud; traerá alegrías, pero no felicidad; comprará sexo, pero no amor y sobre todo atraerá conocidos, pero no amigos.
Menos vida de negocios y más negocios dedicados a la vida, menos explotaciones de niños y más dignidad en vida, menos héroes de cementerio y más de sociedad, menos palabras y más actos, porque son los que te definen y los que transforman un mundo al servicio de aquellos que los orientan a cambiarlo.

lunes, 23 de junio de 2014

Vosotras lo sabéis, yo lo se

La gente sencilla crea infinidad de momentos únicos, suficientemente grandes como para ser recordados el resto de la vida.
La gente grande, no necesita realzarse entre la multitud pisando al resto, porque deslumbran con el resplandor de su sencillez.
Cuando hay que poner manos para reír y bailar todas aparecen, cuando deben ser usadas para levantar un cuerpo desplomado tras un duro golpe, emergen las que realmente flotaban junto a tí, como el chaleco  salvavidas que siempre llevas contigo y pasa desapercibido, con el que te sientes cómodo y lo portas diariamente, sin hacer eco de su valía, hasta que llega el día en que tiene que hacer su función y entiendes que es mucho más que un chaleco, es un compañero de viaje, al que debes parte de lo que hoy puedes decir que eres.
Sin hacer mucho ruido y muy sutilmente fuisteis formando parte de mi vida, de mis momentos más felices, de mis mayores preocupaciones ante cada mal momento que atravesáis , un oasis en un desierto, que hidrata a un sediento de alegrías. Si tuviese que pagar todo lo recibido, quizás una sola vida no me alcanzaría.
Las sonrisas y buenos ratos plasmados en instantáneas para toda una vida, unas personas que no cesarán con los años, las que cogieron mi mano cuando me hundía en los fangos y no la soltaron hasta que me colocaron a la altura suficiente para ver  con claridad suficiente lo que siempre había sido y por momentos había olvidado.
La palabra "amistad", aquella que siempre entendí como un vocablo a punto de extinguirse, resurgió entre las cenizas como un fénix naciente, para hacerme ver que estaba equivocada y me lo iban a demostrar, la confianza sin límites y las palabras más duras dichas con la certeza de que es por mi bien, las risas sin sentido y las miradas cómplices de algo que solo nosotras sabemos, los secretos ocultos tras muros de forja, guardados bajo la llave de la seguridad.
Un diario de anécdotas, siempre a medio acabar, muchas páginas en blanco esperando ser escritas por un grupo de gente peculiar, tan vuestro, tan mío, tan nuestro...

lunes, 26 de mayo de 2014

Espejismos



En mis noches de insomnio donde la oscuridad se hace luz para los confusos y la imaginación impulso para los débiles. En las noches de flexos y reflexiones, me miro al espejo de la incertidumbre, con miedo hacia la imagen que puedo percibir de mí misma, en un futuro no muy lejano, pero sí muy incierto, me veo caer, llorar, gritar, abrazar, besar, amar, pero detrás de tanto verbo, observo la taciturna aparición de un adjetivo;  ese que siempre se ilumina entre tinieblas y penumbras, ese que se conoce a sí mismo como “feliz” y que hace acto de presencia en mí, cuando los fuegos de la dificultad asoman su primeras llamas y todo se vuelve demasiado negro; entonces aparecen los resquicios de claridad..

Espejismos de alhajas y ostentaciones, de avaros  que se preocupan por tener y no por ser, los más ricos en el cementerio y los más pobre en vida, los que dejaron de soñar bonito para jugar feo, los que ven pasar la vida en el devenir del destino, caprichoso, que maneja sus pertenencias y con ello el resto de una vida que deja de apreciar las pequeñas alegrías, mientras busca esa gran felicidad oculta tras la máscara del llegará… Cuando la máscara cae y deja al descubierto todo lo que pudo ser y no fue; son las arrugas las que hacen acto de presencia, y es demasiado tarde, para volver a ser, para volver a creer…                                  
No te puedes bañar dos veces en el mismo río, ni recoger los frutos de lo que no coseches. Tú labras y recoges los frutos de lo trabajado, ni más ni menos, unas veces antes y otras después, pero lo coges al final; si no te da tiempo a recogerlo, es porque no sembraste. El tiempo que emplees en cosecharla, será la equivalencia de la cantidad que recojas y  los cuidados serán directamente proporcionales a la calidad de la cosecha. Aunque lleguen temporales, vientos o sequías, con la constancia suficiente saldrán adelante. No esperes que sea demasiado tarde para darle los cuidados adecuados a esa cosecha, ni para intentar bañarte de nuevo en esas aguas  del río que una vez te gustó, porque puede que el reloj de arena haya vaciado sus últimos granos.      

Después de éstos están las cristaleras transparentes que dejan pasar cada halo de luz, porque nada detiene su reflejo, esto son pequeños diamantes en bruto, que viven aceptando lo que tienen, sin ostentar ideales ficticios o que te conducen por caminos angostos para adquirirlos. Lo mejor de estas perlas, es que son capaces de dar luz a esos cristales cada vez más opacos, que se dejan apagar y sentir cómo auténticos témpanos de hielo. 
Cada persona en su vida debería tener muchos a su alrededor, y procurarse en conseguir de este estilo, dedicándole el tiempo necesario para obsequiarse con lo mejor, una vez conseguido, hay que preocuparse en mantenerlo reluciente, mimarlo cada día y no dejar que el capricho de los años y avatar del destino levanten las virutas y resquebrajen la solidez de tu cristal. 
Ponle protección para que nadie lo destruya, pero no le construyas muros, porque además de alejar a los malos también terminarás por alejarte a ti.       

Ahora termino como empecé, en una noche de estrellas, guiándome por ellas, hacía los espejos que me esperan, hacia los insólitos e inhóspitos caminos de un mundo que ansío descubrir, buscando mi porvenir.

sábado, 3 de mayo de 2014

Susurro

Como el que escribe un libro de anécdotas y controversias, donde el corazón es la clave. Como el que habla de sus sueños y anhelos, donde la ilusión y desilusión es la antesala de cualquier decisión y camino. ¿Lo intento una vez más o me rindo?, si pensara mi corazón, diría: arriésgate, perdido esta todo lo que algún día puedes ganar, si fuese mi cabeza, diría: ni lo intentes, si no ocurrió es porque no estaba predestinado. La eterna ambivalencia de dos opciones que afloran con la incertidumbre de lo que puede suceder. Bien es cierto que los sueños nos mantienen vivos pero también lo es, que son la base de nuestra frustracion, de no alcanzar la meta propuesta ni aquello que anhelas. Todo sueño tiene una responsabilidad, la de arriesgarte a dar los pasos que te conducen a él, la de dejar cosas igual de placenteras en el camino y tener que elegir cauces sinuosos y para nada rectos, pero también, tiene la satisfacción de caminar hacía la cima, derrotar miedos, inseguridades y aquello que siempre viste como imposible, tiene la satisfacción de llegar a la meta y decir con orgullo que lo has conseguido.
Nadie dijo que la vida sería fácil, pero sí, que valdría la pena vivirla, por lo tanto, cuando sea tu cabeza la que hable, escucha a tientas el susurro de tu corazón que te guía...

A un padre

El hombre de mi vida no es otro que aquel que me dió la vida y que estaría dispuesto a sacrificarla por mí sin dudarlo, es aquel que me ponías los pañales del revés y siempre le dio miedo cogerme en brazos por si me rompía, aquel que me enseñó a dar mis primeros pasos y me besó en las heridas de mis rodillas raspadas por las caídas, es aquel que no me daba besos de pequeña, pero me decía lo feaque era y con eso era suficiente para adivinar entre dientes que me quería más que a nada en el mundo. Desde que amanecía hasta que anochecía me la pasaba con él, bien en el campo o en la casa, pero siempre aprendiendo de la sabiduría de lo acaecido en el día a día. Su escuela fue la calle, el trabajo y la vida pero a mí nunca me faltó de nada, nunca me faltó una educación ni un detalle, me dió lo mejor que tenía, me dió su tiempo, algo que nunca recuperará. El hombre de mi vida no es aquel que tiene mucho dinero o me dice te quiero, el hombre de mi vida es mi padre,el que me lo demuestra en las duras y las maduras, el que siempre está sin llamarlo, el que se ha levantado cuando ni el sol estaba presente para llevarme a jugar a los lugares más recónditos del país, el que se enfada conmigo cuando me equivoco y me dice lo que no me gusta oír cuando lo requiero, aquel que aparece cuando el resto se va, para sacarme de los fangos más escabrosos, es aquel al que admiro y estimo, es un hombre muy normal, muy humilde, es el molde perfecto para el barro que se está modelando. 
Nuestra historia puede ser tan larga y con tantas anécdotas como años tengo, pero lo que más me gusta: es tener días de mi vida para gastarlos con él, no creo que haya día más aprovechado... Hoy no es su día, ni su cumpleaños; es un día más que hemos pasado juntos en el resto de nuestra vida.Te quiero papá.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Mi cumpleaños

No se ni como empezar a describir las emociones que he sentido hoy, me desbordan, me sobrepasan; la verdad sea dicha, no me ha emocionado los regalos o decir es mi cumpleaños, me ha emocionado ver la cantidad de personas que tengo cerca, nunca jamás creí ,que yo, una persona como cualquier otra, pueda despertar esas palabras y sentimientos tan especiales en gente tan increíble. Lo mejor es saber que hay gente que considera que le aportas algo bueno y eso para mí no tiene precio.
Se puede llorar de tristeza, de dolor, de muchas cosas, pero las lágrimas mejor derramadas, son aquellas que brotan de la emoción del corazón, de la alegría de darte cuenta que sabías lo afortunada que eras pero compruebas en un solo día que eres la persona más rica que hay en el mundo, sin tener un puñetero duro.
Reconozco que soy una persona que va por el mundo sin meterse mucho en la vida de nadie, que a veces soy "pasota" , aunque al mismo tiempo me guste entregarme, y lo haga cuando me apetezca, a pesar de eso, pensaba que pasaba desapercibida y era una de esas muchas personas que pasan por el mundo creando pequeños vínculos, que aunque considero importantes para mí, nunca he sabido de la importancia de éstos para otras personas, solo intentaba sentirme bien con lo que hacía, sin dañar a nadie, intentando ser yo misma, fiel a unos ideales, sin pensar en agradar o hacer cosas extraordinarias, desde el simple hecho de vivir mi vida a mi manera.
Es un día como cualquier otro, siempre lo he dicho, y como tal lo he vivido, pero hoy, al contrario que el resto de mis cumpleaños anteriores, he dado un pasito más, hoy no he esperado nada, no tenía nada planeado, no tenía regalos en mente, ni fiestas sorpresa ni felicitaciones especiales, hoy me he dedicado a dejar fluir, a esperar sin esperar y creo que por eso, lo más insignificante a sido grande, porque lo he disfrutado. Hoy no he pedido que sea distinto, solo quería que fuera una jornada más, porque siendo otro día en el resto de mi vida, para mí ha sido mi día...
Hoy he descubierto, que aunque somos nosotros en los momentos importantes, muchas personas están dispuestas a acompañarnos. Yo desde lo más profundo de mí, hoy quiero agradecer a esas personas que forman parte de mi vida y que me hayan felicitado o no, me enriquecen y me permiten enriquecerlas.

domingo, 2 de febrero de 2014

Vivir

Vivir es lo que hacemos en el transcurso de nuestra vida, recorremos caminos inhóspitos y oscuros, bellos y cálidos, todo en un curso que no se detiene, en un curso que sigue cada día y que no espera por nadie, los retos son un ir y venir y las dificultades vienen solas, los malos momentos y los sueños rotos se presentan con frecuencia, tantas cosas... que en algún momento a todos nos han hecho dudar de nuestra capacidad y nuestras ganas de seguir, pero cuando te detienes y aprecias la otra parte, las cosas buenas que te ofrecen en bandeja de plata y otras que vas descubriendo, cuando te detienes un segundo y miras este lado del mundo y el otro de más allá, comprendes que todo tiene sentido, que somos unos afortunados y que nos debemos a nosotros mismos ser felices o al menos luchar por serlo.
Esas personas que han sufrido tanto, que tantas lágrimas han derramado, esas personas que no encuentran la salida y todo lo ven negro, que no se hundan, que miren a su alrededor y que den gracias por al menos estar respirando, que ese simple hecho, ya es un regalo.

Caminos

Siempre me consideré una persona excesivamente complicada, demasiado sensible y sentimental, demasiado tonta y sin maldad, dificil de entender y sobre todo dificil de aceptar. Con el paso del tiempo, he comprendido que todo tiene sentido, que cada cual tiene sus defectos y virtudes, que somos de nuestro padre y nuestra madre y como tales tenemos nuestras manías, manías que nos hacen diversos, pero sobre todo diferentes, como se suele decir: todos estamos hechos del mismo barro, pero no del mismo molde...
Desde pequeñitos, nos planteamos que queremos ser de mayores, cuando vamos creciendo, las metas cambian y los objetivos también, todo eso define el camino que escogemos, un camino que debemos meditar con calma y plantearnos concienzudamente hasta tenerlo claro.

 Hay personas que no llegan a definir nunca su vereda, siempre van dando tumbos, perdidos, sin saber donde ir, otros por el contrario, comienzan a andar y se alejan del sendero, necesitan que alguien los reconduzca, los hay que se paran a descansar, otros que empezaron en un tramo y se cambiaron a otro, los hay que van con prisas y otros con más calma... La variedad es asombrosa, pero todos buscan llegar a una meta que no sabemos a ciencia cierta cual es, pero lo que si sabemos es que en el transcurso, encontraremos caminos que no podremos evitar, unos que nos harán reír y otros llorar, unos en los que entrará gente nueva, que nos acompañará durante todo el viaje y otros en los que iremos perdiendo cosas y dejando atrás a aquellos que no tengan el mismo rumbo que nosotros, descubriremos atajos, personas que comparten experiencias y otros que serán más reservadas...
 Solo espero que al final de mi camino, estén las personas que hayan sabido superar las curvas a mi lado...

Inocencia

Desde que era pequeña me ha gustado imaginar desde la cama, antes de dormir, aquellas cosas que quería que sucedieran en el futuro, aquellas que quería hacer y también aquellas que me gustaría corregir, porque sabía que no las había hecho bien. He llegado a tener malos días, en los que llegaba la noche y ese pequeño ratito, que era mío y de nadie más, me sacaba una sonrisa tonta, he planificado mi vida a corto y largo plazo, he cuestionado mis errores y  alabado mis virtudes, me he desnudado conmigo misma, sin tapujos, sin miedos, sin nadie más que yo misma que cuestionase mis errores, sintiéndome protagonista de mi vida y jueza de mis actos.
Desde que recuerdo, en mi infancia he tenido sueños y metas, aquellas que hoy me mantienen donde estoy y las que con cambios me llevarán al futuro, metas que me hacen crecer y madurar, pero sin olvidar esos sueños de cada noche que mantienen esa niña que siempre fuí y que aún considero que soy.

Breve reseña al duelo

Todos tenemos que pasar momentos de duelo en esta vida, duelo por muerte de algún ser querido, por cambios de vida o simplemente dejar atrás aquellas personas que no van por tu camino. Todo esto lleva un momento de duelo, que dependiendo de la situación y la importancia que le demos, su transición será más o menos rápida.
Los primeros días piensas que no lo vas a poder soportar, no aceptas que algo así haya pasado, te preguntas una y mil veces: por qué yo, buscas justificaciones y escapadas para huir del dolor que sabes que te producirá aceptar lo que ya es un hecho, a medida que pasan los días, esa negación y ese rehuir de la realidad se convierte en llantos y lágrimas al comenzar a ser conscientes, que eso que tanto queríamos, ya no volverá, y finalmente, llega el periodo de aceptación y aprender a vivir sin lo que creías que necesitabas tanto.
Son etapas que tienen que transcurrir, a su debido tiempo, cada persona necesita su espacio y la libertad de ir con más calma o prisa, pero ir al fin y al cabo.
 La actitud positiva facilitará llegar a normalizar la situación con el menor dolor posible y la mayor brevedad, el pensar que todo pasa por algo y valga la redundancia, todo pasa, puede acortar esos periodos y hacerlos más llevaderos y transitables. Algunos llegamos a pensar que no podemos, que no somos capaces, que no lo superaremos... pero todos somos más fuertes de lo que pensamos. Tenemos las herramientas para hacer frente a todas las situación, tenemos las herramientas pero a veces tenemos que aprender a usarlas, por nosotros mismos o con ayuda, pero instruirnos al fin y al cabo.
Cuando pasa el tiempo y miras atrás, sonríes, de ver cuán mal estabas y lo que llegan a cambiar las cosas, nos sorprendemos a nosotros mismos, de donde estábamos al principio del suceso y donde estamos ahora, pero sobre todo, nos llevamos una experiencia más y una lección aprendida, que en definitiva es la vida.

¿Deseos o necesidades?

Muchas veces, escribo con premeditación de algo que me ha sucedido durante el día, otras muchas, como ahora mismo, escribo simplemente porque me apetece, sin buscar un tema concreto o sin tener una idea prefijada, simplemente por el hecho de dejar unas líneas de simples palabras que quieran aflorar de mí, sin un porqué. 
Muchas veces, confundimos el desear o querer con el necesitar, cuantas veces decimos: necesito un jersey o un pantalón, realmente ¿lo quieres o lo necesitas?, cuando hablamos de necesidad quizás debemos compararlo con el aire para respirar, con lo que nos mantiene vivos y no con necesidades efímeras que mañana cambiaremos por otro capricho que nos entre por los ojos. Realmente, eso que tanto decimos querer o apreciar, al fin y al cabo son cosas, que pasan, que se rompen, que el día de mañana sustituiremos o simplemente dejaremos en el olvido, pues así, como hacemos con esas pequeñas cosas, hacemos con todo. Tenemos la mente acostumbrada a hacer mundos de nimiedades, de acrecentar lo insignificante, hasta el punto de crearnos conflictos internos innecesarios, sin pensar por un segundo, que en un futuro no muy lejano, ese problema tan grande o esa preocupación acabará transformándose, acabará desapareciendo y dando lugar a otra distinta que nos mantenga la cabeza ocupada en pensar la dificultad de la vida y no en disfrutar de lo bonito de ella. 
Hay cosas que no dependen de nosotros, simplemente aparecen porque tienen que aparecer,  llegan, están el tiempo necesario para enseñar o suplir unas carencias que tenemos en ese momento y se van, luego todo sigue, la vida continua, y con ella las personas que se incorporan y las que persisten, dejando atrás aquellas que han terminado su labor aquí; por eso, que no depende de nosotros y que a menudo nos obstina,, es por lo que menos deberíamos preocuparnos o más ocuparnos en impedir que nos afecte.
También hay un mundo que conspira y lo hará siempre, hagas lo que hagas y pienses lo que pienses, para ese mundo, demuestra de que pasta estas hecho, confía y cree en ti más que nunca, no tengas miedo a ser juzgado por ser diferente o hacer algo que no siga las reglas, porque al final, serás juzgado igualmente, y terminarás frustrado e infeliz por no pensar en ti. Piensa que no puedes hacerlo bien con todos, pero si puedes hacerlo bien contigo mismo.
Piensa que solo se vive una vez, así que aprovecha cada etapa, cada día,cada segundo, porque cada día el sol sale y brilla nuevamente con fuerza. Aprende normas, pero no tengas miedo de romper algunas, aspira a ser algo mejor, por los que quieres pero sobre todo por ti mismo, porque al fin y al cabo vivimos en un mundo que llaman egoísta, pero que yo prefiero llamar humano.