martes, 17 de diciembre de 2013

Amar mi día a día

Es muy gratificante levantarte cada día amando lo que haces, disfrutando de tu vida y cada segundo de ella, queriendo detener el tiempo porque simplemente eres lo que un día decidiste ser, aceptando que vendrán momentos duros y que habrá que ser fuerte, pero siendo consciente de que igual que vienen también se van, sabiendo que los caminos no son rectos ni tampoco llanos, asimilando que tenemos las herramientas para la vida, pero debemos aprender a usarlas, eso lo dan los años, pero sobre todo los desengaños.
La vida no trae manual de instrucciones ni tampoco borrador, pero tiene una cosa que no viene en ningún libro y es la posibilidad de ser vivida de mil formas distintas y rectificar en cada una de ellas hasta alcanzar el estándar que buscamos. Y ahora viene la pregunta del millón ¿Qué buscamos? Pues muy simple, ser felices... Pero eso, no es una búsqueda, es un goce diario. En la esencia de buscar diariamente, reside la verdadera felicidad, no hay una meta, sino un camino.

Yo un día, no hace mucho, decidí ser feliz y que ningún estado de preocupación me alejaría de ello. Los acepto, como parte del proceso de instrucción para aprender a usar las herramientas, como aprendizaje para situaciones futuras, como algo que esta en mi vida, porque tiene que dejar una enseñanza en ella y cuando lo haga se marchará, para hacerme crecer cada día y madurar con cada paso.
Cuanto antes nos demos cuenta que tenemos los ingredientes y que en nosotros radica la decisión de vivir y cómo, antes apreciaremos los pequeños detalles, que son los que componen las grandes historias

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